Pese a ser amante de la tecnología y curioso por naturaleza, debo
admitir que la plataforma Blackberry siempre me ha sido totalmente indiferente
y jamás ha conseguido llamar mi atención. Quizá por ese aura de corporativismo
reservado para una elite dedicada al mundo empresarial que envuelve a un
terminal de RIM, o quizá por disfrutar las bondades de otros sistemas que ya me
satisfacen plenamente.
El caso es que nunca le había prestado atención
a las Blackberrys, hasta ahora, que por motivos laborales, tengo una Q5 a mi disposición
Tras unos días con ella, debo decir que
tengo sensaciones encontradas y si bien no podría calificar como mala la
experiencia de usuario, debo confesar que la Q5 ha vuelto a la caja y esta
guardada en un cajón como móvil de reserva
El terminal:
Se nos presenta un terminal compacto, con
teclado físico y pantalla táctil. Su plasticoso aspecto no deteriora demasiado
la primera impresión sobre ella, aunque si lo hace su fragilidad ante arañazos
Una vez en marcha, te encuentras con una
pantalla que sin ser una gran maravilla si tiene unos niveles de brillo
aceptables y correctos, un teclado físico con un agradable tacto, un peso y
unas dimensiones contenidas y realmente manejables para un aparato destinado al
trabajo y no al ocio
La cámara cumple por encima de la media,
cuenta con NFC, un snapdragon dualcore en su interior y en definitiva, una máquina
que aunque no representa lo último de lo último, lo que tiene, es de calidad
No tengo quejas en cuanto al aparato en sí,
teniendo en cuenta que es un terminal atípico poco comparable con lo que estoy
acostumbrado a manejar
El sistema:
Lo primero que llama la atención es la
lentitud de carga del OS. Ya había leído sobre esto, pero realmente es increíble
lo que puede llegar a tardar en iniciar el sistema o reiniciarlo.
No voy a entrar a valorar las virtudes y
defectos de BB10, ya que ni lo conozco en profundidad ni le he dedicado
suficiente tiempo. Es un sistema sencillo y rápido que requiere algo de adaptación.
Pero una vez te haces a él, resulta sumamente ágil. Por contra, lo cerrado de
su OS asfixia a cualquiera, especialmente si procedes de Android
Su hub que aúna todas las cuentas es útil,
si te gusta tener un control centralizado. La gestión del correo es excelente,
salvo por un pequeño detalle: a la blackberry se la pela completamente que
tengas otros dispositivos consultando esas cuentas y la convivencia no suele
ser una tarea grata
Aplicaciones:
Verdadero talón de Aquiles de este chisme:
la falta de aplicaciones nativas y de calidad. Están casi todas las
importantes, pero no existe un Feedly, un Sygic Drive, un PocketCast ...
Desde la última actualización del OS,
podemos instalar directamente APK's de Android como si de un ejecutable nativo
se tratase, incluso tiendas. No obstante, nuestra BlackBerry comienza a
atrancarse y la respuesta ya ni es tan fluida, ni tan agradable.
Al menos siempre tendremos ese recurso,
pero claro... para ejecutar apps de Android, parece poco lógico comprarse una
BlackBerry
Conclusión:
Si buscas un terminal pequeño y compacto,
que no destaca en nada, pero que cumple en casi todo, con una duración de batería
muy aceptable, le das gran importancia al teclado físico y las comunicaciones
por mail son tu prioridad, es posible que esta Q5 te llene. Para todo lo demás,
iOS, Android o quizás, Windows Phone
No hay comentarios:
Publicar un comentario